Reseña: Little Nicky (2000)

Director: Steven Brill.
Intérpretes: Adam Sandler, Patricia Arquette, Harvey Keitel.

Sinopsis: Nicky (Adam Sandler), es el hijo de Satán y deberá viajar a la tierra para traer de vuelta a sus dos hermanos.

Little Nicky nos llegó hace ya 12 años y es, bajo mi opinión, la mejor película de humor de Adam Sandler. No individualmente, pero en conjunto es la más completa.


Atraído por el ambiente rockero y metalero ví hace unos cuantos años Little Nicky. Fue una sorpresa descubrir un humor estúpido que funcionaba bastante bien y sobre todo nos hacía reír. En realidad, el personaje de Nicky era la puesta en bandeja para que nos riéramos con personajes como el perro "Gordi", los amigos metaleros o simplemente cameos realmente hilarantes. La aparición de Quentin Tarantino es de lo más gracioso y si no fuera porque la he visto muchas veces, me volvería a reir hasta quedarme sin aire.

Es una película estúpida, el guión desvaría por todos lados y no tiene ningún sentido. Pero eso es lo que funciona de esta película, que enmedio de una escena (también estúpida) nos encontremos ante una imagen tan surrealista que llega al punto álgido del humor más tonto.

Lejos quedan estas películas del actual Adam Sandler. Títulos como El Aguador (1998) o la mencionada Little Nicky (2000), nada tienen que ver con las actuales Zohan: Licencia para peinar (2008) o Niños Grandes (2010), donde las bromas están tan buscadas que carecen de humor.

En Little Nicky, se agradece muchísimo que se destaque el ambiente rockero, con una banda sonora excelente que nos hace recordar grupos y épocas musicales gloriosas.


En definitiva, Little Nicky es una película divertida y que llega al humor más extremo (de la estupidez).
El ambiente "Heavy Metal" es el añadido para un entretenimiento redondo. Una pena que hacia el último acto decaiga bastante y sólo interese la inesperada aparición del icónico cantante Ozzy Osbourne.

Little Nicky tiene frases originales que tras verla unas cuantas veces, no aportan nada y carecen de esa gracia que en un principio tenía.

Para destacar: Los geniales puntos y el ambiente de rockero.
Para olvidar: El declive de la última media hora.